Cuando se habla de emprendimiento existen dos términos relacionados entre sí que tienen que ver con la fuerza de la empresa y otra con la rivalidad del mercado, estos son la competencia y la competitividad. Son conceptos que hacen referencia a distintos enfoques, en este artículo vamos a ver cuáles son las diferencias.

Entendemos por competitividad al tipo de relación que se establece entre dos o más personas o grupos con el fin de cumplir un objetivo determinado, en la cual se busca obtener mejores resultados que sus competidores. El enfoque de la competitividad es de carácter interno, se mide por los resultados del equipo de trabajo de la empresa y nos habla del nivel de preparación, creatividad, capacidades técnicas y profesionales que tiene la empresa para afrontar a la competencia del mercado.

La empresa competitiva es una organización que trabaja en equipo en la cual todos sus componentes están alineados para tener la capacidad para producir y vender sus productos, bienes o servicios en mejores condiciones de precio, calidad y oportunidad que sus rivales.

Por otro lado, la competencia tiene un enfoque de carácter externo, en términos de mercado donde las empresas rivalizan entre sí para abarcar un mayor alcance de clientes y por lo tanto de ventas.

Un ambiente de competencia impulsa a las empresas a encontrar nuevas ideas para mejorar sus procesos internos y externos, implementando nuevas tecnologías, inversión en investigación y desarrollo, estrategias financieras, capacitación constante, entre otros; para ser un competidor de calidad en el mercado.

Para vencer a tu competencia y ganar más clientes, fortalece tus capacidades empresariales a través de mejoras en los factores de competitividad de tu organización.